Balance de blancos

Realizar un balance de blancos consiste en equilibrar los niveles de los colores básicos RGB (Rojo, verde y azul) con el objeto de la imagen más brillante, lo que se tomará como blanco y el menos brillante, el negro. Para ello en nuestra cámara tenemos un control de la cámara, llamado WB (White Balance) en el que se nos permite corregir las dominantes de color en la luz. Pero antes de hablar sobre cómo utilizarlo, debemos saber qué es la temperatura de color.
La temperatura de color se refiere a las distintas tonalidades que puede tener la luz y se mide en grados Kelvin (K). Puede ser de tres formas: 
  • Luz cálida: Luces amarillentas o anaranjadas. Su temperatura de color no supera los 3200K, aunque las más cálidas se encuentran en 2700-2800K. Asociadas a la luz de velas, el fuego, etc. Nos hace sentir más refugiados, nos evoca al calor de una hoguera .
  • Luz blanca o neutra: Entre 3200K y 5500K. Se acepta 5500K como luz neutra pura, pues es la temperatura de color más aproximada a un día soleado.
  • Luz fría: Desde 5500K hasta 12000K. Nos mantiene alerta y despiertos. Además, en términos emocionales, nos hace sentir más tristes.
La vista humana no puede ver todo el espectro de luz, por lo que interpreta la luz de la forma en que le viene. La temperatura de color se refiere a eso, dominancias de colores en la luz que nos hacen interpretarla de distinta forma. 

Vistos los diferentes tipos de luz que podemos tener en cuanto a temperatura de color se refiere, pasamos a ver el funcionamiento del balance de blancos.
La función principal de este control es conseguir una luz blanca y uniforme en la escena y para ello toda cámara tiene incorporado un control de WB. Hay distintos tipos:
  • Auto: Prioridad ambiente. Parámetro automático de balance de blancos, la cámara interpreta la temperatura de color de la escena.
  • Luz día: Aprox. 5200K. Se debe utilizar cuando tengamos una luz día.
  • Sombra: Aprox. 7000K. Ideal para conseguir una luz uniforme con una temperatura de color tan fría.
  • Nublado: Aprox. 6000K. Ideal en días nublados con temperaturas de color frías.
  • Tungsteno: Aprox. 3200K. Se debe utilizar cuando tengamos luces de tungsteno.
  • Luz fluorescente blanca: Aprox. 4000K. Se debe utilizar cuando utilicemos luz fluorescente blanca.
  • Flash: Balance de blancos si utilizamos el flash de cámara.
  • Personalizado: Ajuste del balance de blancos manual. La cámara permite hacer un balance de blancos manual, por lo cual es más seguro y fiable. De esta forma, nos permite medir sobre un folio o algún blanco verdadero.

Todos estos ajustes de balance de blancos se pueden utilizar con intenciones artísticas, es decir, si tenemos un día nublado y queremos una luz fría, ajustaremos el balance de blancos en un parámetro inferior a 6000K, por ejemplo, tungsteno. Es muy interesante ver cómo, cambiando únicamente la temperatura de color, una fotografía nos evoca un sentimiento u otro.

Una vez vistos los parámetros para ajustar el balance de blancos, es hora de demostrarlo:



EL balance de blancos correcto para la escena en la que están realizadas las fotos es de Luz Día (5500K aprox). Como podemos ver, cuando ajustamos en nuestra cámara un balance mayor que el de la escena, la fotografía adquiere una temperatura de color cálida, como en sombra y nublado. Por el contrario, si ajustamos un balance menor, tendremos una temperatura de color fría, como el fluorescente y tungsteno.

El uso del balance de blancos puede generar efectos y sensaciones en el espectador. La temperatura de color en una fotografía cambia totalmente el valor emocional de esta. Si comparamos la foto de sombra, con una temperatura tan cálida y una composición "divertida" y agradable de ver a la vista, nos causa añoranza, ya que, al menos para mí, la fotografía me parece un juego. Por otra parte, si observamos el balance de Tungsteno, nos transmite una despersonalización, el hombre como sombra, una más. Esta es la magia de la temperatura de color.



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