Los tiempos de desidia
El devenir del tiempo se arrumba sobre los campos,
los almendros deshicieron el camino de sus raíces
y sus ramas flageladas ya no son descanso para los pájaros nómadas.
Allí donde mueren los descarriados,
a la sombra de los árboles con el corazón arrugado
se deshojan los pájaros en la vereda del tiempo perdido
y caen sus plumas como rosas de Heliogábalo.
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