Las claves de la fotografía

Cuando hablamos de las claves de la fotografía no nos referimos a qué ISO utilizar o qué objetivo es mejor. Nos referimos a dos formas de transmitir sentimientos en la imagen que, al fin y al cabo, es lo que hace de la fotografía un arte. Hablamos de dos formas de jugar con la luz para generar emociones en el espectador. Estas claves forman gran parte del estilo de los artistas, son la clave alta y la clave baja.

LA CLAVE ALTA

La clave alta surgió con los fotógrafos de moda de los años 60. Descubrieron que, utilizando una iluminación suave y sobreexponiendo ligeramente conseguían una bella apariencia en sus fotográfias, suavizando los tonos de piel de las modelos, haciéndoles parecer más estilizados.
Las fotografías en clave alta generan en el espectador sentimientos bellos, pureza, nos ofrecen imágenes optimistas. Para ello nuestro instrumento será la luz. Necesitaremos bañar de luz la imagen. consiguiendo una apariencia muy lavada de la imagen utilizando luz suave. La luz debe crear una iluminación más o menos plana que, junto con los fondos blancos (o iluminados con un contraluz) reducen el contraste de la imagen, por lo que los tonos medios son los predominantes. Debemos conseguir que nuestra histograma tenga bastante información en la parte derecha, es decir, en las altas luces y tener poca información en las sombras. Este tipo de fotografía es ideal para macro, niños, bodas y desnudos.
Para esta práctica he cogido como referente al fotógrafo Edward J. Steichen. Este fotógrafo del siglo XIX quiso desvincular la fotografía de las demás artes y consolidarla como un arte en sí mismo. Aunque sus fotografías poseen un gran carácter pictorialista, contribuyó, en gran parte, sobretodo en la unión con más artistas, a la visión artística en la fotografía. Aquí una muestra de su trabajo:



Pero no solo se dedicó a este tipo de obras. Durante gran parte de su carrera fue reconocido como fotógrafo de moda, dejándonos grandes muestras de talento como en la fotografía que he querido imitar:


Para realizar esta fotografía utilizamos una luz suave a la izquierda de la modelo, a 45º, con una angulación ligeramente picada. Utilizaremos un reflector para conseguir quitar las sombras del lado opuesto, obteniendo una relación de contraste 2:1. Por último, colocaremos una fuente de luz que nos haga el contra para separar al sujeto del fondo. 
He querido darle a la fotografía una apariencia más lavada que la de Edward J. Steichen, sobreexponiendo un poco la escena para poder mostrar mejor en qué consiste la clave alta. Resultado final:

ISO 100 F13 1/60s 2:1

Pero la clave alta no se queda aquí. Hay una práctica que suele tener mucho éxito debido al carácter expresivo y emocional que poseen las sombras, hablamos de formar una silueta. Para conseguir esto únicamente necesitaremos una luz de contra que nos cubra todo el encuadre y situar al modelo justo delante. Mediremos para la luz, es decir, dejaremos al sujeto subexpuesto formando la silueta. En este caso, la fuente de luz es un octobox. La relación de aspecto resultante es de cuatro pasos de diafragma, ya que midiendo en la luz de contra el diafragma correcto es F32 y para el sujeto F8, por lo tanto la relación de contraste es 16:1.

ISO 100 F32 1/60s 16:1

También realicé la siguiente fotografía en la que obtuve un efecto bastante llamativo que le otorga a la fotografía mucho carácter emocional. Si trabajáis con flashes, ya sean de mano o estudio, la velocidad de obturación no debe superar el valor 1/60 ya que, si la velocidad es más rápida, no hay el tiempo suficiente para que el sensor registre el flashazo completo. Aparecerá una línea degradada entre luz y sombra. En mi fotografía adopta una gran carga emocional. Simula la eterna frontera entre el bien y el mal, el dios bueno y el dios vengativo, la oscuridad detrás de la fe...

ISO 100 F32 1/400s 16:1


LA CLAVE BAJA

La clave baja es totalmente lo contrario. Se trata de conseguir una imagen muy contrastada, donde las sombras sean muy marcadas. Este tipo de imágenes nos causan mucho impacto, tienen mucha potencia visual. Poseen un gran carácter dramático y expresivo. En estas fotografías predomina el negro, siendo las partes iluminadas muy escasas en la imagen, pero muy marcadas. Esto es lo que diferencia la fotografía en clave baja de la fotografía de alto contraste. Para realizar estas fotografías es importante retratar lo que queremos, es decir, debemos componer la imagen iluminando aquello que queremos retratar. Por lo general, se suele utilizar una única fuente de luz dura. También es importante medir la imagen de forma que no se nos sobreexpongan las altas luces. Podemos tener una correcta exposición de los blancos midiendo para ellos.
En cuanto a la escena, debemos procurar tener un fondo oscuro o muy poco iluminado. Por otra parte, debemos utilizar diafragmas cerrados para no dejar entrar mucha luz y a la hora de procesar la imagen, dependiendo del gusto de cada uno, se le puede dar texturas o, por otra parte, se puede suavizar manteniendo el contraste.
Para la realización de este tipo de fotografía hice uso de una única fuente de luz, un flash con cacerola, situado casi lateral al sujeto y con una angulación picada. Podemos apreciar las sombras tan profundas que conseguimos con los retratos de clave baja. La relación de contraste es de tres pasos de diafragma, ya que midiendo para la parte iluminada obtenemos F8 y para la parte en sombra F2,8. Por lo tanto, la relación de contraste es de 8:1

ISO 100 F8 1/125s 8:1

Ahora veamos qué ocurriría si añadiésemos un reflector para compensar las sombras del otro lateral de la cara.

ISO 100 F8 1/125s 4:1
Si situamos un reflector en el lado opuesto conseguimos reducir las sombras de la parte anteriormente no iluminada en un paso de diafragma, por lo que ahora obtenemos una relación de contraste de 4:1.

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